¿Me quiere o no me quiere?
La pregunta verdadera es ¿Me quiere tirar o no me quiere tirar? Esto es lo que me pregunto cuando tomo la iniciativa y propongo a un chico encontrarnos para eso: TIRAR.
Me lo pregunto porque la mayoría de las veces la respuesta es tardía, tibia o negativa. A los tipos pareciera qué hay que rogarles para estar con ellos. Esto también me hace pensar ¿Es así como se sienten ellos?
Pensé tirar en mi casa, pero no. Pensé en decirle pasa por mí, pero no. Yo llego, lo hago y me voy.
Estoy poniendo la música que me gusta. Por primera vez me cede el control. Siempre era lo que él quería.
Hablamos de comida y me doy cuenta de lo diferentes que somos. Creo que siempre lo supe, solo que me hacía la marica. Antes lo veía por encima de mi, ahora somos pares. Y me gusta más lo que veo de mí, que lo que veo en él.
Se explaya a hablar de cosas que no tiene idea que me dijo hace dos años.
Para mi sorpresa fue un buen polvo. O de pronto, era yo la que estaba tan mal, que él se pegó a eso. La tenía muy dura. Eso las últimas veces no pasaba. Los polvos eran mediocres. Al final intentaba compensar con oral lo que su verga no completaba.